A partir de la lectura “El arte como experiencia”
de John Dewey, generaré un análisis comparativo con la obra de Mario Martínez,
artista Mexicano recién egresado de la Universidad de las Américas Puebla.
- La experiencia
se califica o se marca por emociones negativas o positivas.
- Hay ocasiones
en que se experimentan cosas pero no necesariamente conforman una verdadera
experiencia.
- Las
experiencias que se integran a la conciencia del humano se caracterizan por que
se terminan, se cumplen. Por ejemplo cuando se consuma un libro, llevando con
ella su propia cualidad individualizadora, esto es una experiencia.
- Las
experiencias son historias que tienen su propio argumento, su propio principio
y su propio movimiento que lleva a un fin. Estas pueden ser algo de gran
importancia o algo ligero.
- Una
experiencia esta conformada por varias partes que fluyen sin dejar vacíos,
conformando un todo.
- En la obra de
arte diferentes actos, episodios y situaciones se funden y se mezclan en una
unidad. Esta unidad se hace presente cuando a una experiencia se le nombra: esa tempestad, esa fiesta.
- Una
experiencia de pensamiento es aquella de la cual sacamos una conclusión, la
cual no esta separada de la experiencia sino que es la consumación de un
movimiento.
- La experiencia,
como observar una tempestad tiene momentos cúspide y luego decaen.
- La experiencia
que nos ofrece la obra de arte es una conclusión intelectual a partir de signos
o símbolos, que al concluirse tiene una cualidad emocional satisfactoria porque
posee una integración interna y una conclusión.
La estructura artística puede ser inmediatamente sentida, es decir es
estética.
- Ninguna
actividad intelectual conforma una experiencia a menos que “lo estético” lo
complete.
- En cada
experiencia hay un elemento de padecimiento, ya que incorporar algo implica una
reconstrucción que puede ser dolorosa.
- La experiencia
es emocional, pero no hay en ella cosas separadas llamadas emociones, estas
están unidas a acontecimientos en movimiento. Por ejemplo cuando nos
ruborizamos por vergüenza, en este caso la vergüenza no es un estado emocional,
no es nada más que un reflejo automático. Para convertirse en emoción debe
formar parte de una situación duradera. Un salto por temor, se convierte en
temor emocional cuando se piensa que existe un objeto amenazante del cual
tenemos que escapar.
- La emoción es
una fuerza móvil que tiñe con su color una experiencia, unificando sus partes
variadas.
- Cada
experiencia es una interacción entre una criatura viviente y algún aspecto del
mundo en que vive, esta interacción constituye la experiencia total obtenida y
la terminación que la completa es la constitución de una armonía.
- Poner una mano
en el fuego no es una experiencia, ya que la acción y su consecuencia deben
estar juntas en la percepción. Esta relación es la que da el significado;
captarla es el objetivo de toda inteligencia.
- La experiencia
esta limitada por interferencias de la percepción entre las relaciones del hacer
y el padecer. Estas interferencias se pueden crear por el exceso ya sea del
hacer o del padecer logrando un desequilibrio. Este desequilibrio mancha la
percepción de las relaciones, dejando la experiencia incompleta o deformada,
con un falso significado.
- Actualmente en este mundo apresurado e
impaciente en el que vivimos el anhelo de acción deja a las personas con
experiencias superfluas y pequeñas. Con tal prisa por hacer las cosas ninguna
experiencia llega a completarse.
- La percepción
de la relación entre lo que se hace y lo que se padece constituye el trabajo
del artista para controlar el proceso de su obra, captando la conexión entre lo
que ya ha hecho y lo que debe hacer después. Esto es de gran importancia ya que
si no fuera así no estaría consciente del estado en el que se encuentra su
trabajo.
- La
inteligencia esta implícita en la habilidad de relacionar con la que trabajan
los artistas.
- Lo estético no
es un intrusión ajena a la experiencia, sino que es el desarrollo clarificado
de los rasgos que pertenecen a una experiencia completa.
- No existe
ninguna palabra que incluya el significado de “artístico” y “estético”, la
primera refiere al acto de producción, y el segundo al de percepción y goce.
Algunas veces se suele separarlos y decir que ya que el arte es un proceso de
creación, la percepción y el goce no tienen nada en común con el acto creador.
- Para ser
verdaderamente artística una obra, debe ser estética, es decir, hecha para ser
gozada en la percepción receptiva. La observación constante es necesaria para
el artista, mientras está produciendo, pero si su percepción no es también de
naturaleza estética, se trata de un reconocimiento incoloro y frío de lo que ha
hecho, que usa como estímulo para el siguiente paso en un proceso esencialmente
mecánico.
- En suma el
arte en su forma, une la misma relación entre hacer y padecer, entre la energía
que va y la que viene, y esto hace que la experiencia sea una experiencia.
- El hacer y
elaborar es artístico cuando se ha controlado la producción. El acto de
producir dirigido por el intento de producir algo que se goza en la experiencia
inmediata de la percepción, posee cualidades que no tiene la actividad
espontánea y sin control.
- El artista
mientras trabaja encarna en sí mismo la actitud del que percibe.
- Se ve entonces
que la experiencia estética (en su sentido limitado) está conectada de modo
inherente a la experiencia de hacer.
- La
satisfacción sensible del ojo y del oído, cuando es estética, no lo es por si misma,
sino que esta liga a la actividad de la cual es su consecuencia.
- Hasta que el
artista no se siente satisfecho en la percepción de lo que ha realizado,
continua modelando y remodelando. La elaboración llega a su fin cuando su
resultado se experimenta como bueno, y esa experiencia no proviene de un simple
juicio intelectual y externo, sino de la percepción directa.
- La expresión
es emocional y está guiada por un propósito.
- Entre la
relación de lo hecho y lo padecido existe un espacio donde surge una
anticipación de lo que va a venir, es un nexo del acto siguiente. Lo hecho y lo
padecido son recíprocos, acumulativos y continuamente instrumentos uno del
otro.
- Si el artista
no perfecciona una nueva visión en el proceso de elaboración, actúa mecánicamente
y repite algún viejo modelo impreso en su mente.
- Hay ocasiones
en las que la captación de la idea dominante se debilita y entonces el artista
se mueve inconscientemente, hasta que su pensamiento se vuelve fuerte otra vez.
El trabajo real de un artista consiste en construir una experiencia coherente
en la percepción, mientras se mueve cambiando constantemente en su desarrollo.
- No es tan
fácil en el caso del espectador, entender la unión íntima entre el hacer y el
padecer, como en el caso del productor. Solemos suponer que el espectador
asimila tan sólo lo que está concluido, y no advertimos que este asimilar
implica actividades comparables a las del creador. Sin embargo receptividad no
es pasividad. Es también un proceso que consiste en una serie de actos de
respuesta que se acumulan, hasta llegar a la satisfacción objetiva. De otra
manera no es percepción, sino reconocimiento, y la diferencia entre las dos es
inmensa. El reconocimiento es una percepción detenida antes de que tenga
oportunidad de desarrollarse libremente. En el reconocimiento caemos, como en
un estereotipo, sobre un esquema previamente formado.
- La percepción
reemplaza al reconocimiento. Para percibir, un contemplador debe crear su
propia experiencia.
a partir de la idea de activar espacios haciendo uso del aquí
y ahora, un tiempo y un espacio en el supuesto de que sean
espacios no utilizados. Al igual que la metáfora del árbol en el bosque, si
se cae y no hay nadie alrededor para escucharlo, ¿suena todavía?
Los espacios que se activan por nuestra ocupación ocasional.
Baldío
Luz de neón montado en la pared. Esta obra explora la idea de trozos de tierra sin uso (muy común en Cholula, México) y cómo se supone que esta tierra es un desperdicio.
La interacción entre el que habita el espacio, y lo que es creado en el proceso de un espacio convirtiéndose en un lugar.
El verdadero baldío no son
estos lugares, que al final
crean muchas cosas, sino los
lugares asépticos como las galerías.
Investigación
acerca del espacio, a través de escalas. (bocetos)
Segunda
escala
La tercera
escala se pretende hacer a gran escala como escultura arquitectónica.
La obra de Mario
Martínez, se basa en la propia experiencia del estar presente ante el espacio y
ante los objetos de la vida cotidiana, él comenta que su gran altura (1.95cm)
lo ha llevado a lo largo de su vida a experimentar factores particulares al
salir de la media de la estatura de los mexicanos promedio.
Mario es
consciente de esto, y le interesa que el espectador juegue el papel de creador
al no darle digerida la obra, él comenta respecto a esto: “Prefiero reservarme de la información específica de la obra, muchas
veces el espectador termina mejor la obra que yo”.
Con su obra última
donde trabaja con escalas, la de mayor escala será una pieza transitable pero
no habitable ya que esa es la diferencia según Mario que separa a la escultura
de la arquitectura.
Espacio
Escultórico, UNAM 1979
Relaciono la
obra de Hersúa con la de Mario, porque el primero hace un estudio sobre el
Antiespacio, el cual se relaciona con el “no lugar” del que Mario habla en su
obra, además de que los dos analizan el espacio.
Con esta idea Hersúa se refiere a que el espacio es tan inaprensible que es necesario concebirlo a través de lo que no es espacio, Mario busca una estrategia parecida al buscar lugares que son espacios muertos para así comprender la totalidad, acerca de esto Mario comenta lo siguiente: “estoy generando un objeto para delimitar el espacio”.
Hersúa, Ave
dos Espacio Escultórico UNAM
Otra
característica que encuentro en común es que las obras de los dos artistas son
transitables, lo que te hace estar presente en un tiempo determinado. El
recorrido genera imágenes varias, las cuales conforman la totalidad de la
escultura. Esta particularidad es lo que hace de sus obras en especial la de
Hersúa una verdadera experiencia.
En la obra de Mario también es de gran importancia este aspecto en
especial para la obra de las escalas.
Como conclusión considero la obra de Mario Martínez un interesante
camino que es joven aún, pero a partir de mi análisis podemos ver que cumple
con lo que Dewey propone como una verdadera experiencia artística.
También me doy cuenta de la gran importancia de hacer consciente
el proceso creativo y todos los factores externos que lo hacen posible.
Bibliografía
HEIDEGGER, M. (1994). Construir,
Habitar, Pensar. Barcelona.
SMITHSON, R. (1967). El
presente continuo del espacio. Nueva York: Hawthorn Books
DEWEY, J. (1980). El arte
como experiencia. Nueva York: PAIDÓS
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